Suecia sigue marchando hasta su objetivo de hace años: acabar con el dinero físito tal y como lo conocemos. Hasta los baños públicos ya están digitalizando los pagos en una de las sociedades con menos dinero en efectivo del mundo.
Se está hablando de jubilar el dinero físico, ya que hasta los baños públicos se pueden pagar con móvil. Pero la cuestión es, ¿debe desterrarse para siempre y en todos los ámbitos? Esta cuestión está provocando mucha controversia, ya que el pago al móvil ha provocado algunos problemas de acceso para las personas que todavía no son capaces de manejar las nuevas tecnologías, por ejemplo las personas mayores, que tienen bastantes dificultades.
No parece que Suecia esté dispuesta a parar en este novedoso camino, que la convertirá en una de las sociedades más libres de efectivo del planeta. Según los datos proporcionados por el Banco Central de Suecia o Banco de Suecia (Riksbank), la proporción de pagos en efectivo en el sector minorista ha caído desde un 40% en 2010 hasta el 15% en 2016. Dos tercios de los consumidores suecos afirman arreglárselas sin efectivo y la gran mayoría confiesan que casi siempre usan la tarjeta.
Muchas tiendas de Suecia cuelgan carteles en los que avisan de que no aceptan dinero en efectivo. Más de la mitad de las sucursales bancarias no aceptan ni emiten dinero en efectivo. A consecuencia de eso, el valor total de los pagos en efectivo ha caído a menos del 2% del PIB del país.
¿Qué preocupa a las autoridades europeas?
“En un futuro no muy lejano Suecia puede convertirse en una sociedad en la que el efectivo ya no se acepte de forma generalizada”, avisa el Riksbank. Esta situación preocupa mucho a las autoridades europeas, ya que les parece que Suecia está yendo demasiado lejos con su iniciativa.
De hecho, Suecia fue la pionera en el planteamiento de crear monedas digitales como la e-krona en 2016. Lo que teme el Banco Central Europeo es que las nuevas formas de pago no puedan ser controladas al 100% y cree que las autoridades suecas deberían obligar a los bancos a manejar un porcentaje mínimo de efectivo.
También empiezan a proliferar startups para el pago electrónico. CoinCode está aprovechando los pagos en aseos públicos para desarrollar una tecnología que permitirá la conexión de los dispositivos con las cerraduras de los baños. “Las monedas tienen un costo: necesitas tener a alguien para cobrarlas, necesitas almacenar y depositar el dinero en efectivvo y siempre existe el riesgo de robo”, defiente así la iniciativa Christer Granath de CoinCode.
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